
Iniciamos nuestro camino hacia la Semana Internacional de la Crianza en Brazos 2014, bajo el lema “Comparte la aventura!” e iremos publicando una serie de artículos en relación a este tema. El de hoy, es el testimonio de una mamá, contando su experiencia con su bebé nacido prematuro y los Cuidados Madre Canguro.
Hola, soy Amy, la mamá de Alan. Os voy a escribir un poco de mi experiencia con los cuidados madre canguro, y de como descubrí el maravilloso mundo del porteo.
Cuando nació Alan, con 33 semanas de gestación, no me dejaron verlo hasta el día siguiente. Fue un parto prematuro, con cesárea de urgencia por CIR y desprendimiento de placenta. Cuando lo vi, era tan pequeñito, tan frágil, que no supe como reaccionar. Para las mamás de bebés prematuros este momento es muy difícil, acabas de parir y no sabes sí estar feliz o no debido a la situación. Me preguntaron sí quería cogerle y me explicaron que era el método canguro, así que accedí.
Me desabroché la bata del hospital y lo sacaron de la incubadora con todos los cables. (CPAP incluido). Me pusieron a Alan en el pecho y me explicaron lo de la famosa posición ranita. En ese momento un cúmulo de sensaciones vinieron a mi. Le besé, le olfateé, lloré y le expliqué que mamá estaba ahí para cuidarle. Nos quedábamos todo el día el neonatos y a pesar de eso, sólo nos dejaban hacer el método canguro dos horas diarias y a uno sólo. Es decir, días alternos el papá y la mamá. (¡Deberían de habernos dejado lo que hubiéramos necesitado!). Con el método canguro notábamos que estaba menos estresado, cogía peso a pasos agigantados y la mejoría era notable. No hay mejor medicina que estar piel con piel.
En una de las esperas en neonatos, vi a una chica joven con una bandolera porteando a su bebé con respirador. Llevaba una bandolera comercial, pero aún así me llamaba la atención y también llevaba una mochila con el oxígeno del bebe. Ahí es cuando descubrí el porteo.
Empecé a indagar por internet y vi tanta diversidad de portabebés y de marcas que estaba muy confundida. Cuando Alan salió de neonatos, llame a una tienda de aquí de mi pueblo que está especializada en portabebés y concerté una cita con ellos. En la tienda me ayudaron y enseñaron a ponerme mi primer elástico. Todavía recuerdo la sensación de Alan. De paz, de tranquilidad.
A partir de ahí fuimos probando con varios portabebes. Sí que es verdad que ahora está en una época en la que quiere explorar todo, pero también le gusta ser porteado.
Con esto ánimo a todas las mamás de bebés prematuros, o bebés con necesidades especiales que exijan el método canguro en neonatos. Para nosotros fue una de las mejores medicinas, y nos creo un vínculo muy especial. Igual que el porteo, recuperamos el tiempo perdido. Pienso que un buen portabebés ergonómico es escencial para los primeros meses de vida. Todos conocemos alguno de los beneficios que tienen. Ellos estarán encantados y vosotros también.