«¿No es más cómodo el carrito?»

Posted by on May 30, 2024 in Textos, Vivencias | 6 comments

La mayor ventaja del uso de un portabebés en cuanto a su comodidad es la experiencia de ocuparte de tu bebé y al mismo tiempo tener las manos libres.Estar en contacto con tu bebé, jugando con él, riendo con él, no necesariamente tiene por qué impedirte ocuparte, al mismo tiempo, como ya hemos señalado otras veces, de múltiples tareas, ventaja que se maximiza si hablamos de espacios abiertos. En comparación con un carrito, podemos hablar de los beneficios que te ofrece el portar a tu bebé diferenciando el tipo de trayecto que vayas a realizar:

En trayectos largos o jornadas de varias horas:

* Salir con un bebé suele ser, a veces, una tarea que requiere cierta previsión y organización, por lo tanto llevar a tu bebé encima no solo te ahorra tiempo (no necesitas incluir más accesorios que el portabebé y el bolso del bebé, en caso de usarlo), sino también espacio. Si te mueves en tu coche, no pierdes el maletero incluyendo una silla o chasis que tendrás que montar y desmontar probablemente varias veces a lo largo del día.

* Te permite una mayor movilidad en espacios cerrados y zonas de difícil acceso como transporte público, tiendas o centros comerciales abarrotados de gent

* En caso de tener un hermanito mayor, puedes ocuparte de él sin necesidad de descuidar al pequeño.

* Os facilita protegeros de los cambios de tiempo como lluvias inesperadas, frío o viento, más rápidamente. Al tener las manos libres puedes sujetar el paraguas, quitarte y ponerte el abrigo, protegeros los dos eficazmente con un abrigo o anorak para portabebés o simplemente poneros a cubierto en cuestión de segundos

* Ir de paseo a lugares en los cuales un cochecito te lo dificultaría o simplemente sería imposible como a la playa o al monte.

En trayectos cortos:

* Quehaceres tan simples como ir por el pan, comprar el periódico o pasear al perro, son mucho más ágiles

* No necesitas preocuparte de si hay o no ascensores o el tamaño de los mismos. Tampoco de si tienes en el recibidor del edificio espacio suficiente para “aparcar” o si entras por la puerta de casa.

* Disfrutar de tu bebé mientras das un paseo por el parque, por tu calle aprovechando al máximo el tiempo para los dos

* Facilita el acceso al transporte público: metro, autobús… Algunos autobuses imponen un límite de cochecitos de bebé porque ocupan demasiado espacio.

Viajar con tu bebe

Tomar la decisión de viajar, quizás por primera vez, con el bebé puede suponer para los padres una carga emocional importante, ya que la continua supervisión y preparativos específicos que este tipo de viaje requieren tienen mucho que ver con la forma en que, como padres, nos desenvolvemos fuera de casa con nuestros pequeños. Para algunos puede ser toda una aventura en la cual la recursividad hará su mejor servicio, mientras que para otros, será una empresa en la cual se inviertan semanas de preparativos y revisiones. Tanto si se vive de una manera como de la otra, llega el momento de plantearnos que tristemente los medios de transporte utilizados para hacer grandes desplazamientos, no están adecuados para hacerlo con un bebé, como tampoco en la mayoría de los casos, en compañía de una persona con discapacidad. Nos encontramos ante múltiples obstáculos tales como escaleras, pasillos estrechos, servicios diminutos, salas de facturación colmadas de gente, filas infinitas… Trasladarnos de un lugar a otro, dar unos pasos dentro del transporte en cuestión (avión, tren, autocar, etc.), ir al lavabo durante unos minutos, son faenas imposibles de realizar con una sillita, de hecho, las sillitas no son permitidas dentro de la mayoría de transportes de larga distancia.

El uso de un portabebés cuando emprendemos un viaje puede ser nuestro mejor aliado al facilitar que nos ocupemos de varias cosas a la vez, sin descuidar a nuestro bebé. Podemos facturar maletas, entregar documentación, llevar equipajes, sujetarnos en caso de tener que recorrer espacios que no estén del todo firmes (abordar un barco o un ferry por ejemplo o subir ala escalianta de acceso al avión). Una vez emprendido el viaje y en cuanto la normativa de seguridad así lo permita, podemos dar un paseo para tranquilizar o dormir al bebé, estirar las piernas en trayectos largos o tomar algún aperitivo, entre otras cosas.

Estimulación y contacto

Estar en espacios abiertos es ya de por sí una experiencia nueva y placentera para cualquier pequeño ansioso por captar todo su entorno. Sabemos desde hace bastante tiempo que los procesos cognitivos de los bebés, en especial de los más pequeños, suelen ser tareas agotadoras, que los hacen felices pero que también llegan a asustarles o simplemente cansarles. Cuánto más emocionante y gratificante puede ser, si le permitimos disfrutar de todo lo que los nuevos lugares les brindan, ofreciéndole al mismo tiempo el cuerpo de su madre en el momento en que busque cariño y consuelo o que simplemente busque el calor y la cercanía de mamá para echar la siesta.

Por otra parte, el mundo visto a través de un cochecito o desde los brazos de mamá ¡puede ser radicalmente diferente! (ver vídeo).

Respuesta a más «Preguntas Frecuentes» sobre portabebés aquí.

Algunos testimonios encontrados en el foro de Red Canguro:

Patricia, mamá de Fernando ( 1 año ) : «Como mi duende tiene tres primitos por delante, heredamos muchísimas cosas, entre ellas, el cochecito de su prima. Es un cochecito «de los buenos», de marca, con neumáticos, de cuatro ruedas, espacioso, seguro… ¡y enorme, pesado y poco práctico!

Con el capazo montado en el chasis, no cabíamos en el ascensor, así que tocaba sacar el capazo por un lado y las ruedas por otro. Pero es que las ruedas ¡tampoco cabían por la puerta del portal! Así que salir de casa a dar un paseo suponía: meter al bebé en el capazo, plegar las ruedas, meter capazo y ruedas en el ascensor, bajar al portal… De allí a la calle hay seis escalones sin rampa, así que bajar el capazo, sacar las ruedas plegadas a la calle, abrirlas en medio de la acera, volver a entrar al portal a por el capazo (¡¡no olvidemos que el bebé está dentro!!), colocarlo encima de las ruedas… Y por fín, irnos de paseo… pero como mi bebé tenía unas semanas, enseguida le daba el hambre a su pequeño estómago,… y empezaba a llorar pidiendo teta… Así que media vuelta, desmonta capazo, mete las ruedas…. ¡ totalmente frustrante! (aunque parece una exageración, ésto me pasó al menos tres veces) Y con lo que pesaba todo el artilugio, tuve tendinitis en las muñecas…

Cuando él tenía mes y medio, llegó nuestro primer fular… y a partir de ahí, todo fue rodado, salir de casa dejó de ser una pesadilla de preparativos (al menos, desde que le pillé el truco a tanta tela) ¿Que me quedé sin pan a la hora de comer, por ejemplo? Sin problemas, agarro el fular, coloco al niño y salgo a comprarlo… Con el capazo, comí sin pan más de un día ;)»

Odile, mamá de Nacho ( 2 años ) «Cuando nació mi peque mi madre nos regaló un carro «muy moderno», y el primer día que salimos de casa metí a mi peque en él, y me dispuse a dar un paseo. Primer inconveniente: hacer maniobras en el ascensor para entrar el supercapazo y yo. Llegamos al portal y la puerta pesaba mucho, con lo que no me apañaba con una mano abriendo la puerta y con la otra haciendo pasar el carrito por una puerta muy estrecha. ¡Por fin estábamos en la calle! Ahora a salvar barreras arquitectónicas. Cuando usas un carro te das cuenta de lo mal que tienen que pasarlo las personas que se desplazan en silla de ruedas. Pero lo peor no era salvar escaleras, bordillos demasiado altos… lo peor era ver a mi hijo tan lejos, no escuchar su respiración, no sentir su calor, no poder olerle, no poder acunarle. Por suerte, mi hijo odiaba el carro y reclamaba con frecuencia los bracitos de su mami. Por fin, en nuestra vida se cruzó una mami que usaba fular, y desde que vi lo feliz que iban su peque y ella, corrí a comprar uno por internet y desde ese día no he vuelto a usar un carro. Mi hijo y yo somos mucho más felices, y ahora no nos importa si hay que subir a un 5º sin ascensor, si vamos a hacer una excursión por el campo o si vamos a ir de compras.»

Sol, mamá de Sofía ( 5 años ) y Maite ( 2 años ): «Yo compré el carro cuando esperaba a mi primera hija, hace ya casi 6 años, pero no quiso ni verlo y gracias a eso conocí los portabebés (y por tanto lo aparqué y quedó «en el olvido»).
Al nacer la segunda niña ni pensé en el carro para ella, me la colgué y hasta hoy, con sus 2 años y 3 meses va siempre colgadita. Es realmente práctico y adictivo, es un placer tenerla a mi altura para compartir los quehaceres diarios. Sin embargo, para la mayor, (que tenía 3 años y 3 meses al nacer la peque), el carrito empezó a ser de utilidad, aunque sólo cuando necesitábamos ir muy lejos.
Suelo estar sola con las dos, y, para caminatas cortas, (ir al cole, la plaza, etc.) voy con la peque encima y la mayor andando, a mi lado o de la mano. Cuando vamos los cuatro de paseo, un buen trecho, yo llevo a la peque y si la mayor se cansa va a hombros del papá o sostenida por el mei tai o el fular.»

Julia, madre de Mateo (3 años ) y Pedro (1 año ) : Nosotros usamos la silla cuando tengo que ir yo sola con los dos (son 13 y 17 kilos, respectivamente) y tengo prisa, porque el mayor se distrae muchísimo y vamos muy lentos. Pero para ir con uno solo o de paseo, ni me la planteo, para mí es más un problema qué hacer con ella cuando a mi hijo se le pasa el subidón de brrrrmmmm que le dura unos 15 minutos máximo, que normalmente coincide cuando llegamos a algún sitio y se quiere bajar. Pero el otro día llovía e iba él con el plástico en el cochecito y yo con el peque a la espalda y el paraguas, haciendo malabarismos para girar el cochecito sólo con una mano. A mitad de camino empezó a llorar y allí ya sí que yo no sabía qué hacer… Tuve que bajarlo y darle su paraguas (menos mal que lo llevaba) y empujar el carrito vacío, sujetar mi paraguas porque si no el peque se mojaba, y de vez en cuando pararme y soltar el carrito para coger de la mano al mayor. Vamos, que me llevé el carrito para ir más deprisa y al final tardé el triple que si hubiera ido con el mayor andando.

Cristina, mamá de Álvaro (1 año): Nosotros no tenemos carro, mi enano tiene 9 meses pero pasa de los 13 kilos y todavía no tiene ninguna intención de caminar, yo he llegado a llevarlo mas de 2 horas en el fular, cuando hemos ido de compras y es que la espalda se me ha ido acostumbrando. Por ahora no necesitamos carro y soy yo la que carga todo el tiempo con él.

Lidia, mamá de Alan (2 años): Conocí los portabebés con un mes de mi nene, y mientras le cogía el truqui o no… (no conocía los vídeos tan maravillosos que corren por la red) perdí mucho tiempo de cangurear. Pero ¡y tanto que se puede vivir sin carrito!
Hemos ido a comer fuera y NUNCA me he llevado el carrito, ¡es un estorbo! En casa comía con el nene en brazos, en la calle: pues también. Cuando ya de más mayor aguantaba la cabecita, usaba el fular para hacerle una trona en una silla o hasta puedes hacerle una cunita tipo hamaca de silla a silla.
Para ir a comprarme ropa el carrito también es un incordio, ¿dónde lo metes? así que el fular al suelo tipo mantita y dejaba al bebé sobre él jugando o mirándome. El carrito lo he usado para ir a comprar y no ir tan cargada y para pasear por las tardes porque en fular solía dormirse.

Cris (mamá de Miguel - 3 años - y Elena - 1 año) Para mí la silla, como dijo alguien una vez, es un portabebé más y como tal la utilizo, ahora que a veces «se dejan» ;-). Cuando nació Miguel, como casi todos, compramos una super silla, pero a él no le gustaba nada, así que siempre llevábamos el trapo en la cesta. En cuanto protestaba lo poníamos en el trapo y empujábamos la silla vacía;-). Cuando nació Elena directamente usamos el fular. Como Mucca, si vamos un adulto solo con los dos, a veces llevamos la silla (para Miguel), también si voy en el coche y sé que se va a dormir llevo la silla para sacarle dormido y a la peque en el trapo. Muchas veces me preguntan si no uso nunca silla (porque hay gente que nunca me ha visto con ella) y gente que cuando empieza con los trapos intenta disculparse por usar la silla. Lo bueno, para mí, es que no son incompatibles. Normalmente cuando conoces los portabebés la silla queda bastante relegada, pero en un momento dado puede venir bien.

Nohemí (mamá de Iker de 3 años): Como casi todos, compramos el carro cuando aún estábamos embarazados… sobretodo pensando en la silla de seguridad adaptada para el coche… Menos mal que no fue de los caros… porque junto con los intercomunicadores fue la compra más inútil de todo el embarazo… Creo que en total usé el carro 5 ó 6 veces… en cuanto me hice con mi primer fular lo aparqué en el garaje… y ahí sigue… Nunca lo he echado en falta… de hecho cuando voy con amigas con carro, suelo tener que esperar yo por ellas para que lo saquen del maletero, lo monten, aten al niño… Siempre digo que tardas menos en colocarte al niño en el fular que en montar el carro… Aparte de todas las ventajas que se han comentado para mí una de las situaciones más prácticas con los portabebés es cuando viajas. ¿Hay algo más cómodo para subir las escalerillas del avión o las de los barcos que llevar a tu peque en el portabebés??? Y si viajas sola y has de ir, por ejemplo, al baño… ¿qué haces con el niño? La silla no cabe en muchos baños, así que, o dejas la puerta abierta o dejas al niño solo fuera… La tranquilidad de llevar a tu hijo en el lugar más seguro para él cuando viajas o estás en sitios con aglomeraciones de gente es un factor a tener en cuenta…

Cris
Yo también tengo sillita y la verdad es que en muchos momentos me viene muy bien. Si voy en coche y Miguel se duerme, al salir va más cómodo en sillita que en portabebé, es muy grande y le cuesta dormirse la siesta encima mío 😉 Si voy con los dos procuro llevar silla y llevar a uno sentado y a otro de pie. Cuando vamos a la piscina, a veces llevo la silla y me facilita el cambio de ropa, si no la llevo tengo que hacer malabarismos para vestirme, vestir a la peque, evitar que se moje…

Vamos, que en muchas ocasiones la sillita puede ser útil, y no creo que sea bueno ser tan radical y renunciar a algo que nos facilite la vida. Me ha encantado la idea de entender la sillita como un portabebé más que entra en la rotación 😉 Entiendo que el problema está en los peques que están todo el día en la silla y toda la noche en la cuna 😉

Acerca de Red Canguro:
La Red Canguro, Asociación Española por el Fomento del Uso de Portabebés, es una asociación sin ánimo de lucro que se estableció en noviembre de 2008 con los fines de fomentar el uso de portabebés entre madres y padres y cualquier persona interesada, difundir información relacionada, servir de contacto y apoyo a personas que deseen iniciarse en el mundo de los portabebés, alentar el encuentro e intercambio de información y experiencias entre personas usuarias de los mismos, aumentar el nivel de conocimientos sobre el porteo de bebés en castellano y fomentar y difundir la crianza con apego. Para más información sobre estos temas, visita: http://www.redcanguro.org

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